viernes, 5 de mayo de 2017

Agenda


Las primeras comuniones serán los días:

14 y 21 de mayo a las 11  h

27 de mayo a las 18 h

28 de mayo a las 11 h

Aviso importante: Los viernes hay un cambio en el horario del despacho parroquial. A partir de ahora será de 17,30 a 18,30 horas (en vez de por las mañanas).

Con flores a María


Tradicionalmente hablamos del mes de mayo como el mes de las flores, el momento en el que la primavera se muestra en todo su esplendor. También mayo está dedicado especialmente a la Virgen María. Hay un ejercicio piadoso, el de las flores, que se sigue haciendo en muchos lugares. Se trata de ofrecer una flor ensalzando las virtudes de María, es una forma de “echarle flores”, es decir piropos, una manera cariñosa de mostrar el amor que sentimos por nuestra Madre, María.

Pero, paremos un momento y como María guardemos esta imagen meditándola en nuestro corazón. Regalar una flor es una forma de agradecer lo que alguien nos ha enseñado, por eso, antes de ofrecer una flor a María pensemos en lo que ella nos enseña para nuestra vida creyente.

María nos enseña a escuchar, a estar atentos a la Palabra de Dios y a las necesidades de los demás. Así nos lo muestra en la Anunciación donde escucha y acepta el anuncio del ángel y se pone en camino para ayudar a su prima Isabel.

María nos enseña a alentar, a animar, como ocurrió en la boda de Caná cuando anima a Jesús a hacer su primer milagro, aunque Él decía que aún no había llegado su hora María insiste y al final todo se convierte en fiesta.

María nos enseña a permanecer, a comprometernos, sigue a su Hijo hasta la cruz. Allí también está la Madre, no se aparta de las dificultades, acepta el dolor y lo convierte en amor.

María nos enseña a confiar, a creer sin necesitar pruebas, a fiarse de los renglones torcidos que usa Dios para hacerse presente en nuestras vidas.

Por eso cuando en este mes de mayo llevemos flores a María digámosla:

María, enséñanos a ofrecerte las verdaderas flores de la fe, que encontramos caminando junto a ti en el sendero de la vida. Ayúdanos a vivir la alegría de la Resurrección, de la Pascua florida, para que brote en nosotros una nueva primavera espiritual que nos convierta en verdaderos testigos de tu Hijo.



Evangelio del Domingo


Quien entre por mi se salvará

En aquel tiempo, dijo Jesús:
- «Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
- «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y, salir, Y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»

Juan 10, 1-10


Nueva relación con Jesús

En las comunidades cristianas necesitamos vivir una experiencia nueva de Jesús reavivando nuestra relación con él. Ponerlo decididamente en el centro de nuestra vida. Pasar de un Jesús confesado de manera rutinaria a un Jesús acogido vitalmente. El evangelio de Juan hace algunas sugerencias importantes al hablar de la relación de las ovejas con su Pastor. Lo primero es “escuchar su voz” en toda su frescura y originalidad. No con fundirla con el respeto a las tradiciones ni con la novedad de las modas. No dejarnos distraer ni aturdir por otras voces extrañas que, aunque se escuchen en el interior de la Iglesia, no comunican su Buena Noticia. Es importante sentirnos llamados por Jesús “por nuestro nombre”. Dejarnos atraer por él personalmente. Descubrir poco a poco, y cada vez con más alegría, que nadie responde como él a nuestras preguntas más decisivas, nuestros anhelos más profundos y nuestras necesidades últimas. Es decisivo “seguir” a Jesús. La fe cristiana no consiste en creer cosas sobre Jesús, sino en creerle a él: vivir confiando en su persona. Inspirarnos en su estilo de vida para orientar nuestra propia existencia con lucidez y responsabilidad. Es vital caminar teniendo a Jesús “delante de nosotros”. No hacer el recorrido de nuestra vida en solitario. Experimentar en algún momento, aunque sea de manera torpe, que es posible vivir la vida desde su raíz: desde ese Dios que se nos ofrece en Jesús, más humano, más amigo, más cercano y salvador que todas nuestras teorías. Esta relación viva con Jesús no nace en nosotros de manera automática. Se va despertando en nuestro interior de forma frágil y humilde. Al comienzo, es casi solo un deseo. Por lo general, crece rodeada de dudas, interrogantes y resistencias. Pero, no sé cómo, llega un momento en el que el contacto con Jesús empieza a marcar decisivamente nuestra vida.

José Antonio Pagola

jueves, 4 de mayo de 2017

Nuevo número de La Vidriera


El nuevo número de la hoja informativa parroquial La Vidriera se repartirá en nuestra iglesia este domingo. Ya puedes descargarlo haciendo click aquí.