sábado, 10 de noviembre de 2018

Ha echado todo lo que tenía para vivir


Evangelio

En aquel tiempo, Jesús, instruyendo al gentío, les decía:
«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas y aparentan hacer largas oraciones. Esos recibirán una condenación más rigurosa».

Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante.

Llamando a sus discípulos, les dijo:
«En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir». 
 Marcos 12, 38-44       


REFLEXIÓN

El contraste entre las dos escenas no puede ser más fuerte. En la primera, Jesús pone a la gente en guardia frente a los dirigentes religiosos: "¡Cuidado con los letrados!", su comportamiento puede hacer mucho daño.

En la segunda, llama a sus discípulos para que tomen nota del gesto de una viuda pobre: la gente sencilla les podrá enseñar a vivir el Evangelio.

Es sorprendente el lenguaje duro y certero que emplea Jesús para desenmascarar la falsa religiosidad de los escribas. No puede soportar su vanidad y su afán de ostentación. Buscan vestir de modo especial y ser saludados con reverencia para sobresalir sobre los demás, imponerse y dominar.

La religión les sirve para alimentar fatuidad. Hacen "largos rezos" para impresionar. No crean comunidad, pues se colocan por encima de todos. En el fondo, solo piensan en sí mismos. Viven aprovechándose de las personas débiles a las que deberían servir.
Marcos no recoge las palabras de Jesús para condenar a los escribas que había en el Templo de Jerusalén antes de su destrucción, sino para poner en guardia a las comunidades cristianas para las que escribe. Los dirigentes religiosos han de ser servidores de la comunidad. Nada más. Si lo olvidan, son un peligro para todos. Hay que reaccionar para que no hagan daño.

En la segunda escena, Jesús está sentado enfrente del arca de las ofrendas. Muchos ricos van echando cantidades importantes: son los que sostienen el Templo. De pronto se acerca una mujer. Jesús observa que echa dos moneditas de cobre. Es una viuda pobre, maltratada por la vida, sola y sin recursos. Probablemente vive mendigando junto al Templo.

Conmovido, Jesús llama rápidamente a sus discípulos. No han de olvidar el gesto de esta mujer, pues, aunque está pasando necesidad, "ha echado todo lo que tenía para vivir". Mientras los letrados viven aprovechándose de la religión, esta mujer se desprende de todo por los demás, confiando totalmente en Dios.

Su gesto nos descubre el corazón de la verdadera religión: confianza grande en Dios, gratuidad sorprendente, generosidad y amor solidario, sencillez y verdad. No conocemos el nombre de esta mujer ni su rostro. Solo sabemos que Jesús vio en ella un modelo para los futuros dirigentes de su Iglesia.

José Antonio Pagola

Saber que vendrás


Con la entrada del otoño los días se hacen más cortos, hay menos horas de luz solar y eso hace que la melancolía y el recuerdo afloren en los sentimientos. Quizás esta sea la razón por la que la Iglesia eligió el mes de noviembre para recordar a los difuntos. Tanto noviembre como diciembre, con el Adviento, son época de espera, pero de una espera esperanzada que se basa en la certeza de saber que vendrá el Mesías esperado para volver a nacer como niño en nuestros corazones y el Juez Misericordioso del final de los días. 

La frase que da título a esta reflexión, “Saber que vendrás” está recogida en el estribillo de una conocida canción de ofertorio que suele aparecer en los cancioneros como “En este mundo que Cristo nos da”, que es la primera frase de su primera estrofa. La música de esta canción está tomada de uno de los grandes éxitos musicales de Bob Dylan, mientras que la letra fue compuesta por Jesús García Torralba. 

Si tenemos la certeza de que después del otoño viene otra vez la primavera, ¿por qué nos cuesta tanto comprender que Cristo volverá y siempre lo tendremos con nosotros cuando alguien siga partiendo a los hombres su pan? 

No es muy conocida la segunda estrofa de esta canción porque muchas veces no llega a cantarse por la brevedad del ofertorio, pero encierra un mensaje que está muy relacionado con esta reflexión, recordemos la estrofa: 

“La sed de todos los hombres sin luz, 
La pena y el triste llorar 
El odio de los que mueren sin fe 
Cansados de tanto luchar 
En la patena de nuestra oblación 
Acepta la vida Señor” 

Actualmente hay muchos hombres y mujeres que han perdido la luz “la chispa de la vida”. Muchas personas han perdido la ilusión, la fe en los demás. Personas que piensan que Dios se aleja en las situaciones difíciles. Personas, en definitiva, que han olvidado la certeza de vivir con la ilusión que da el saber que vendrás y que estarás siempre al lado de quien te necesita.


viernes, 9 de noviembre de 2018

Nuevo número de La Vidriera


El nuevo número de la hoja informativa parroquial La Vidriera se repartirá este domingo en nuestra Parroquia. Y ya puedes descargarlo en pdf haciendo click aquí.


martes, 6 de noviembre de 2018

Nuevo Obispo de Ávila


Pedimos por el nuevo obispo de nuestra diócesis. Que Dios le guíe en todas sus decisiones. Que en este tiempo nuevo que se abre, podamos trabajar de una manera intensa por el Reino, siempre sintiéndonos comunidad.