miércoles, 6 de mayo de 2020

Evangelio del día


Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 12, 44-50)
EN aquel tiempo, Jesús gritó diciendo:
«El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí, ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla, yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo, lo hablo como me ha encargado el Padre».
Palabra del Señor.




COMENTARIO
¿Qué hacer? ¿Lo que me proponen unos o lo que me proponen los otros? ¿A quien creer? ¿A éstos o a aquéllos? ¿Qué camino elegir? ¿Cómo he de vivir?
A veces preferimos no formularnos estas preguntas, porque puede que las respuestas no nos gusten. La persona que vive en la oscuridad de las tinieblas no quiere que su conciencia se pregunte cosas. Pero la persona que busca la luz, está continuamente haciéndose preguntas, porque desea la verdad. Los romanos formularon la expresión “pan y circo” para definir cómo entretener al pueblo para que éste no piense. Cada día hay más seguidores de esta máxima romana. Entretener para que no haya juicio, para que no haya discernimiento.
Los cristianos, ante las preguntas que exponíamos al principio, tenemos una respuesta: LA PALABRA DE DIOS. El Evangelio se convierte para nosotros en criterio actualizado por el Espíritu Santo. Por eso debemos dejar que la Palabra ilumine nuestra vida, sin moralismos rígidos, sin escrúpulos que la desvirtúan. La Palabra no es una norma, no es un mandamiento rígido.. Al contrario. Dice el salmo 119 que “lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero”. Estas bellas palabras del salmo nos dan la clave para descubrir la importancia de la Palabra de Dios en nuestra vida. Por eso hemos de fomentar la lectura individual y comunitaria de la Biblia, y sobre todo del Nuevo Testamento. Con la ayuda de Dios y de los hermanos, cuando somos tocados por la fuerza de la Palabra, somos capaces de vivirla. Que el día de hoy esté iluminado por las palabras de Jesús.

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