La misericordia nos mueve a hacer algo
(Lc 3, 10-18)
“En aquél tiempo la gente preguntaba a Juan: Entonces, ¿Qué hacemos? Él contestó: el que tenga dos túnicas que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, que haga lo mismo”
No hay verdadera misericordia si no nace de Dios. Pero tampoco es verdadera si no nos empuja a la acción. La acción misericordiosa es siempre paciente, sin condenas, sin buscar reconocimiento, compasiva… Hay tantas cosas que dejamos de hacer… Quizá hoy tienes que compartir un poco más con los pobres, o comprometerte un poco más en la parroquia, que la tienes olvidada, o implicarte un poco más en la vida de tus hijos, o ayudar a tus compañeros de trabajo, o perdonar a un amigo… Tú sabes bien lo que has de hacer.
ENRIQUECE TU ORACIÓN: Da gracias a Dios por algo nuevo que has hecho para prolongar la misericordia de Dios en tu vida.
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