En el diario del coronavirus de hoy, como es viernes de
cuaresma, os propongo que reflexionemos sobre el VALOR DE LA SOBRIEDAD. Vivimos
de otra manera, qué duda cabe. Necesitamos menos cosas. Estamos en un ayuno
forzoso, no de alimentos, pero sí de otras muchas cosas. ¿Qué nos falta?, ¿qué
echamos de menos? ¿somos conscientes de cuántas cosas que no necesitábamos
teníamos antes?....
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Valor de la sobriedad. Pues si.. sin calefacción y sin agua
caliente se vive, y lo que nos queda.. no puedo decir más. Creo que estamos
todos muy nerviosos ya que no sabemos en realidad está situación cuánto va a
durar.. comida tengo, libros tengo, juegos tengo.. pero me falta calor.. aquí
estamos cada uno en una habitación, unos leyendo, otros estudiando.. y sin
calefacción.
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No todo es malo.... Hay que saber ver algunas
cosas....Los pulmones de la tierra necesitaban respirar.
Las personas odiaban más que amaban.
El padre necesitaba pasar más tiempo con los
hijos.
El rico pensaba que el dinero compraba la
felicidad.
El futbolista tenía más éxito que el sanitario.
El estrés hacía temblar los corazones.
Y las razas levantaron grandes fronteras.
Un día, de repente, el mundo se paró y entonces la
tierra comenzó a respirar aire puro.
Las personas, en su lejanía, se dieron cuenta de
que se amaban.
La familia de nuevo estaba unida.
El rico, al no poder salir de casa, tuvo que
conformarse con unos bollos de pan.
La gente aplaudía desde sus balcones a los
verdaderos héroes.
Nuestras mentes se serenaban porque ya no había
prisas.
Y cuando ya todo estaba a punto de estallar, el mundo entero se unió, convirtiendo los 5
continentes
en solo UNO.
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Hola. La cuaresma es tiempo de ayuno. De lo que más estamos
ayunando todos es de salir a la calle. Pero quedarnos en casa no significa que
hagamos solo lo que nos pide el cuerpo. Los niños y jóvenes tienen que
esforzarse en estudiar. Los adultos podemos trabajar de otras maneras: los que
sois padres no os queda más remedio que ayudar a vuestros hijos en las tareas,
cocinar, limpiar... Pero el resto del tiempo es bueno que lo dediquemos a cosas
que nos enriquecen: leer, jugar en familia, charlar... Y por supuesto, rezar
juntos e individualmente.
Yo me digo a mi mismo, que no debo ver más la TV de lo que
lo hacía antes.
Ojalá que las privaciones obligatorias que está cuarentena
nos trae, nos sirvan para fortalecer nuestro espíritu
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Buenas tardes, en esta situación la sobriedad no es un valor
que todos entendamos del mismo modo. Durante este confinamiento me doy cuenta
del valor de las cosas y como nos rodemos de cosas inútiles, pues lo mas
valioso y que en la actualidad necesitamos es al prójimo. Pues solo una llamada
telefónica no es suficiente para expresar y comunicar nuestras necesidades y
sentimientos.
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Echamos de menos por ejemplo poder estar con las personas
que queremos y poder salir a la calle y disfrutar del paseo y hablar con la
gente que te encuentres. Pero tenemos que hacer esa penitencia y pedir que esto
pase lo mas pronto posible.
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Echamos de menos las Eucaristías y no poder ver a las
personas qué queremos
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Yo todavía no soy consciente de lo que está pasando.
Teletrabajo y esto me lleva más tiempo de lo que empleaba en el colegio.
Cada mañana lo primero que hago es rezar y estudiar el Evangelio
del día. No echo de menos el salir de casa. Estoy muy a gusto. Estoy
disfrutando de mi hogar, en el que antes solo entraba para comer y dormir.
Los datos que dan las noticias me hacen pensar "¿Esto
nos hará mejores personas?", ¿Sabré amar más al prójimo?
Y sí que busco momentos de olvidarme del móvil.
Es una Cuaresma diferente.
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