miércoles, 13 de mayo de 2020

Evangelio del día


Lectura del santo Evangelio según san Juan (Jn 15, 1-8)

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
    «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».
Palabra del Señor.


COMENTARIO
En este día de la fiesta de la Virgen de Fátima, el evangelio nos habla de la alegoría de la vid y los sarmientos. Esta imagen de la vid es muy antigua en Israel. Pero Jesús da a esta imagen un sentido enriquecido, aplicándosela a sí mismo.
La vid es Jesús. Los sarmientos somos todos nosotros. ¿Qué significa permanecer en la vid? Es claro que una rama que no está unida al tronco, se seca. Así nos secamos nosotros si no estamos unidos a Jesús. Cuantas veces buscamos otras savias en otros lugares que no son Jesús. Nos alimentamos con la savia del árbol del dios Dinero, y así nos olvidamos fácilmente de nuestros hermanos que sufren. A veces tomamos el néctar del dios del Lujo y la Gloria, o del dios del Poder, y nos vemos superiores a nuestros hermanos que padecen nuestro olvido.. Otras savias nos alimentan, sí, pero nos secan por dentro, porque solo la savia de Jesús es la que favorece la vida, la que produce frutos abundantes.
La savia de Jesús es su Palabra. Los que la escuchan y la ponen en práctica producen frutos abundantes. Frutos de paz y de justicia, de perdón y de amor incondicional.
María es la mujer que escucha y guarda las palabras de Jesús meditándolas en su corazón. Ella es experta en permanecer, incluso cuando la vid tiene forma de cruz. Que ella nos ayude a permanecer al lado de Jesús, incluso en los momentos más difíciles como el que estamos viviendo. Buen día

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