viernes, 18 de enero de 2013

Evangelio del Domingo


En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
— «No les queda vino.»
Jesús le contestó:
— «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes:
— «Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
— «Llenad las tinajas de agua.»
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó:
— «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes si lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo:
— «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.»
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su glo­ria, y creció la fe de sus discípulos en él. 


Jn 2, 1-11


Jesucristo hace el milagro, pero no le gusta obrar como un mago, que saca de la nada la solución. Jesucristo nos quiere ayudar, quiere darnos su vino, pero a la vez hace el milagro sobre la base de lo que nosotros le demos. Ha querido sentir necesidad de nuestro agua, de nuestro esfuerzo, "La gracia de Dios, no destruye la naturaleza humana, sino que la eleva". Dios quiere hacer el milagro, quiere darnos el vino de la ilusión, pero necesita que le presentemos el agua de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo diario. Es conocida la frase: "A Dios rogando y con el mazo dando"; esto es lo que hicieron los que servían en la boda. Llenaron las tinajas hasta arriba, no la mitad o un poco, sino hasta el borde. Pusieron toda la carne en el asador, y sin ellos saber cómo, Jesucristo hizo el milagro. Cuando nos prestamos a la gracia, Dios hace maravillas. San Juan constata que el vino "milagroso" de Jesús era mucho mejor que el vino comprado por los novios, eso que en una boda siempre se elige comida y bebida de la mejor calidad. Dios da, y da con generosidad, siempre y cuando encuentre en nosotros una sincera colaboración.

No hay comentarios: