viernes, 2 de abril de 2021

Homilía para el Viernes Santo


En este día en el que leemos la Pasíón, vamos a detenernos en algunos detalles que san Juan nos ofrece.

1- Buscaban a Jesús.

Cuando están en el huerto de los Olivos Jesús y sus discípulos, se presentaron los guardias del sumo sacerdote y de los fariseos. El poder buscando a un hombre sin armas. Era de noche. Podemos buscar c a Jesús con objetivos distintos y variados, incluso contrapuestos. Mientras Nicodemo lo buscaba para encontrar la verdad, las autoridades judías lo buscaban con un objetivo bien distinto, para acabar con su vida.

Hoy podemos buscar a Jesús, también por diversos motivos: para tener beneficios personales en nuestra salud o en nuestra vida, por afinidad ideológica o por fe verdadera en su persona. Creer en él es lo que nos salva.

2- ¿Qué es la verdad?

“¿Qué es la verdad?”, preguntaba Pilato a Jesús. ¿Qué es la verdad?, nos preguntamos hoy nosotros. Estamos llenos de informaciones contradictorias con pretensión de ser la verdad. Buscamos la verdad en unas ideas. No nos damos cuenta de que la verdad está en una persona; la persona de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios. Nos equivocamos cuando confiamos ciegamente en teorías más o menos razonables, más o menos convincentes. Las palabras de este mundo son creibles cuando se hacen vida, cuando se encarnan. Por eso Jesús es la verdad, porque es testigo de la Verdad de Dios hasta las últimas consecuencias, dando su vida.

3- Lo escrito, escrito está

A Jesús le condenaron a muerte, entre otras cosas, por decir que era el rey de los judíos. Un rey sin trono, un rey que es hermano de todos, que sirve a todos. Sin embargo, nadie soportaba un rey así. Por eso le condenaron a muerte. Pero la historia tiene siempre sus antojos que contradice la opinión de los que dirigen los hilos del mundo. El Espíritu se cuela por las rendijas del búnker del poder. Pilato no conocía muy bien las tradiciones judías y tuvo que escribir la causa de la condena de Jesús para que todos pudieran verlo en la cruz donde iba a morir. Tenía que escribir la blasfemia que había dicho el propio Jesús. Y sin embargo escribió: “Jesús Nazareno, rey de los judíos”. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los fariseos, fueron a protestarle a Pilatos. Este respondió: “Lo escrito, escrito está”

Aunque muchas veces en la vida vemos cómo el mal se adueña de la realidad, siempre hay un resquicio por el que se cuela el bien, siempre hay una persona que sabe mantener la dignidad, siempre hay una casualidad, que por confusión provoca que se haga un poco de justicia. De ese pequeño grano de mostaza, semilla del Reino, puede salir un gran árbol.

4- Está cumplido

Un poco antes de ser apresado, Jesús pedía la Padre que le librara de esa hora. La hora es el momento crucial donde Jesús había de entregar la vida. El no es ningún suicida que no quiere vivir en este mundo. Ama la vida, pero ama más la voluntad del Padre. Aunque le cueste, ha de enfrentarse con la cruz, por amor al Padre y a la humanidad. Jesús ha cumplido el deseo del Padre. En los últimos momentos antes de morir, hace una revisión rápida de su vida. De esa revisión, salen sus últimas palabras: “está cumplido”.

Así deberían ser nuestras revisiones vitales. Los tiempos de adviento o cuaresma son propicios para mirar nuestra vida y descubrir si estamos siendo obedientes al sueño del Padre para este mundo en el que nos ha tocado vivir. Esa debe ser también la revisión final de nuestra vida:”¿He sido fiel a Dios?”, “¿He seguido a Jesús?”. Ojalá podamos decir: “está cumplido”.



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